El truco inteligente de Brujos en Houston que nadie está discutiendo
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Brujería vs. Hechicería: Un Cuento de 2 Globos Místicos
Cuando piensas en la brujería y la hechicería, es simple agruparlas juntos, ¿verdad? Ambas tratan de magia, después de todo. Pero cava un poco más profundo| mucho más profundo}, y localizarás que son como| se parecen} a manzanas y naranjas, o posiblemente más como truenos y relámpagos. Comparables, cierto, sin embargo con un mundo de distinción entre ellas.
Entonces, descorred la cortina y entrad en el mundo de la magia, donde el aire chasquea con hechizos y deleites, y las líneas entre lo que es real y lo que es impresión oscurecen como la niebla en la mañana.
El corazón de la brujería: la danza más antigua de la naturaleza
Brujería-- ahora hay una palabra que tiene peso. evoca fotos de tierras altas antiguos, rutinas a la luz de la luna y susurros llevados a cabo por el viento. En esencia, la brujería tiene que ver con descuidemos: la artesanía tiene un sólido sentido de área. Aquelarres, círculos, reuniones bajo las celebridades: las brujas típicamente trabajan juntas, compartiendo experiencia transmitido con generaciones. Hay un sentimiento de pertenencia, un sentimiento de estar apegado a algo antiguo y efectivo.
Brujería: Poder a un precio
Actualmente, la brujería... esa es una bestia diversa totalmente. Si la brujería es el arte sutil de colaborar con la naturaleza, la brujería es el arte de doblarla a tu voluntad. No se trata de consistencia; se trata de control. El globo del hechicero es uno de poder, exactitud y a veces, peligro.
Los hechiceros se parecen a los herreros del globo mágico, creando su voluntad en la tela comprensión, claves murmurados en áreas oscuros, y antiguos tomos llenos de conocimiento prohibida. Los hechiceros buscan el poder por su propio beneficio, para mandar y conquistar, ya sea con convocar espíritus, invocar diablos o lanzar hechizos que podrían transformar la marea de la batalla.
Donde las líneas se difuminan: una danza de sombras
Sin embargo, naturalmente, la vida no constantemente es tan blanco y negro. Hay una mucha de gris en el planeta de magia. Muchas brujas se entrometen en lo que algunos podrían llamar hechicería, utilizando hechizos poderosos para lograr sus metas. Y algunos hechiceros podrían utilizar su experiencia para recuperación o defensa, aprovechando la energía de la tierra de manera muy similar a una bruja lo haría.
Es en| está en} esta zona gris donde las líneas entre la brujería y la hechicería se difuminan, donde uno podría encontrarse en un camino que nunca planeó recorrer. Además, el poder es una cosa seductora. Y ocasionalmente, el deseo de salvaguardar o recuperarse puede llevar por caminos más oscuros de lo que uno podría anticipar.
El Competencia de fuerza: Objetivo versus Poder
Si hay algo que establece la brujería y la hechicería, es intención. Las brujas se ocupan de el flujo de poder, dirigiéndolo, nutriéndolo, similar a tener tendencia un jardín. Los hechiceros, por otro lado, buscan dar forma esa poder en algo nuevo, flexibilizándolo a su voluntad.
{Pero|Sin embargo| Sin embargo, con un poder mundial viene una fantástica responsabilidad, o, regularmente, terribles efectos. Una bruja podría llamar a los espíritus de la tierra para honrar sus cultivos, mientras que un hechicero podría ordenar a esos exactamente los mismos espíritus para que cumplan sus proceso de órdenes, pase lo que pase. Es un tira y afloja entre la colaboración y el control, entre la armonía y la dominio.
Entonces, ¿cuál es cuál?
Entonces, ¿dónde trazamos la línea, la genuina magia depende de entender las fuerzas en juego. está en reconocer cuándo empujar y cuándo ceder, cuándo contratar la poder de la planeta y cuándo manejar poder como more info una espada.
Al final, ya sea que camines el curso de la bruja o del hechicero, son las elecciones que haces las que te definen. Por lo tanto, selecciona con inteligencia-- después de todo, en el mundo de la magia, cada acción tiene una respuesta, cada hechizo tiene un precio, y cada curso, sin importar exactamente cómo acechado, conduce a algún lugar.